En este día, Jean Pascal derrotó a Chad Dawson en un combate de unificación de peso semipesado que tuvo sobretonos por la arrogancia de Chad Dawson, y por tomar a Pascal a la ligera.
El combate fue la tercera defensa del título para Jean Pascal como defensor de su título de peso semipesado de la WBC, ya que Dawson y su entrenador Eddie Mustafa Muhammad, sintieron que el resultado era inevitable a pesar de ir a Montreal, la ciudad natal de Pascal para el combate. El combate será recordado para siempre porque Dawson peleó a su ritmo y en su propio horario. Dawson se tomó su tiempo para pelear.
El combate es recordado por la mayoría como lo siguiente. Pascal superó a un Dawson que empezó muy lento antes de que Dawson empezara a animarse y a hacer grandes asaltos al final del combate. La pelea terminó en el undécimo asalto, cuando Dawson se cortó por un cabezazo y se fueron a las tarjetas de puntuación.
Al inicio del combate, Dawson era favorito dos a uno.
Los jueces puntuaron el combate 108-101 y 106-103 (dos veces), todos ellos para Pascal, que derrotó a Dawson.
Fue un combate frustrante, ya que Dawson demostró talento, pero nunca "lo dejó todo en la línea", y adoptó un enfoque cauteloso. Este enfoque parece haberle costado la pelea.
Esta pelea resume el principal defecto de la carrera de Chad Dawson: su incapacidad para pelear en medio de un combate. Dawson era muy bueno en lo que hacía, y no uno dispuesto a dejar lo que prefería hacer. Contra Pascal, Andre Ward y Adonis Stevenson... proporcionaron momentos en los que era necesario hacer un ajuste, pero no lo hizo. Fue el presagio del futuro.
Por un lado, Pascal fue un gran triunfador. Un boxeador que no debería haber llegado tan lejos como lo hizo. Pascal tenía la voluntad que Dawson siempre parecía carecer y esta fue una de las muchas peleas que Pascal llegaría y ganaría, cuando mucha gente dudaba de él.